
¿Tu café ya no sabe igual? Tal vez lo estás guardando mal
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Sabemos que no hay nada como una taza de café con aroma intenso y sabor puro. Pero muchas veces, al pasar los días, ese café que tanto amamos empieza a perder su esencia. ¿Por qué pasa eso? Y más importante aún: ¿Cómo podemos evitarlo?
Aquí te compartimos algunos consejos para conservar tu café como se merece —fresco, aromático y lleno de vida— desde la primera hasta la última taza.
1. El enemigo silencioso: el aire
El oxígeno es uno de los principales factores que afectan al café. Una vez que entra en contacto con el aire, el café empieza a oxidarse, lo que reduce su sabor y aroma.
¿La solución?
Guárdalo en un recipiente hermético. De preferencia, uno que no sea transparente (para evitar el paso de la luz) y que tenga un buen sello. Si puedes usar un envase con válvula unidireccional, mucho mejor.
2. Evita la luz, la humedad y el calor
Aunque suene obvio, muchos almacenan el café cerca de la estufa, en la cocina o en un frasco bonito a la vista. Pero la luz, la humedad y el calor también aceleran su deterioro.
Lo ideal es guardarlo en:
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Un lugar oscuro (como una alacena o cajón cerrado).
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Un sitio fresco y seco (nada de refrigerador, ¡eso es un mito!)

3. ¿Café molido o en grano?
Si lo tuyo es disfrutar del café con todos sus matices, te recomendamos siempre comprarlo en grano y moler solo la cantidad que vas a usar. Al molerlo, el café libera aceites esenciales y compuestos aromáticos… y si no se usa de inmediato, empieza a perderlos.
Tip pro: Invierte en un buen molino manual o eléctrico, ¡vale totalmente la pena!
4. Congelar café: ¿sí o no?
Hay debate en esto. Si compraste una gran cantidad de café y no lo vas a usar pronto, puedes congelarlo solo si lo haces bien sellado (al vacío o en un contenedor muy hermético). Pero una vez que lo saques, no lo vuelvas a meter. El cambio de temperatura y la condensación pueden dañar su perfil.
En resumen...
Para mantener la frescura de tu café:
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Usa un recipiente hermético y opaco.
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Almacénalo en un lugar fresco, seco y sin luz.
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Evita el aire, la humedad y el calor.
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Muele justo antes de preparar tu café.
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Disfrútalo con calma, pero sin dejarlo olvidado.
En Café El Dorado, trabajamos para que cada grano conserve su alma hasta llegar a tu taza. Y con estos consejos, tú también puedes ayudar a que tu café se mantenga tan delicioso como el primer día.