Dulce, brillante y con alma de fruta mexicana. Este café de origen único está elaborado exclusivamente con granos de la variedad Ana Café 14, cultivados con esmero y procesados mediante el método honey, que preserva su dulzura natural. Desde la primera fragancia se perciben notas a miel, caramelo y caña, con un aroma que evoca durazno, níspero y chocolate. Su cuerpo es denso y sedoso, con una acidez de media a alta. En boca destaca por sus sabores a caramelo, naranja y tejocote. Un café con carácter meloso, cítrico y final prolongado a melaza. Ideal para quienes disfrutan lo artesanal y complejo.
